La familia de Francisco Quintanilla solo deseaba sepultar a su familiar en su tierra natal, pero nunca imaginaron lo que sucedería.
Francisco Quintanilla era un ciudadano salvadoreño que falleció en noviembre pasado en California, por lo que su familia deseaba que sus restos descansaran en su país natal.
Sin embargo, nunca imaginaron que sus seres queridos recibirían otro cuerpo que no correspondía al de Quintanilla, lo que se dieron cuenta al abrir el féretro para llevar a cabo su funeral.
Pero eso no es todo, pues además la funeraria les indicó que devolvieran el cuerpo al aeropuerto, admitiendo desconocer el paradero de los restos del salvadoreño, según informó la agencia EFE.
Dos semanas después, la funeraria informó haber encontrado los restos de Quintanilla y los envió a El Salvador. La familia se horrorizó al ver el cuerpo en un estado de descomposición avanzado.
La familia alega que el cuerpo no fue embalsamado adecuadamente y se dejó sin refrigeración durante un período prolongado, lo que impidió realizar el funeral de ataúd abierto como se había previsto.
Es por ello que presentaron una demanda en contra de la funeraria La Paz Funeral Services, Inc. Los afectados acusan a la funeraria de “aprovecharse (en otras oportunidades) de las familias latinas y proporcionarles servicios por debajo del estándar”.
“Lo que sucedió fue impactante y desgarrador. Nuestro recuerdo final de Francisco es uno que desearíamos poder olvidar”, señaló la familia en un comunicado.
Hasta el momento, la funeraria no ha emitido una declaración sobre las acusaciones.
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